sábado, 9 de enero de 2010

¿Sancionar o hablar?


Hasta no hace muchos años, la sanción era la única solución posible ante un conflicto en los centros educativos. Además estas incluso podían incluir castigos corporales (aun recuerdo el pavor que le teníamos a la vara del profesor en nuestra mano en 1º o 2º de EGB), y siempre sanciones claras que hacían que los alumnos volvieran a pensárselo dos veces antes de volver a actuar así.
Pero este tipo de soluciones atentaban muchas veces contra la dignidad de los alumnos, y con la llegada de la democracia a España, se fue imponiendo una defensa de los derechos del alumno, algo muy positivo que poco a poco a derivado en un miedo a sancionar, a castigar, también contagiado por la sociedad, donde se ha malentendido y el rechazo de castigo corporal a pasado a un dejar hacer al niño, a una falta de limites, por miedo a traumatizar al niño. Se impuso en los centros el minimizar los problemas, el hablar y hablar con los alumnos, sin darles pautas concretas.
En mi caso yo abogo por una combinación sanción y dialogo; sanción porque estamos en una sociedad, y en las sociedades se han de aplicar unas sanciones o castigos acordes con la norma quebrantada, es la única manera de conseguir una convivencia pacifica; y dialogo porque nos encontramos en una sociedad democrática, donde se ha de escuchar a todos los ciudadanos, y los niños y los jóvenes, aun aceptando que les faltan conocimientos y formación, no pueden ser ignorantes de dichos procesos, y de repente pretender a que a los 18 años sepan como actuar y decidir, gradualmente se les ha de hacer participes de lo que ocurre a su alrededor, y hacerles entender que en cualquier conflicto la única solución no es un castigo, también se puede negociar.
Esta ultima vertiente esta representada por la mediación escolar, que tan de moda se esta poniendo en los últimos tiempos; personalmente me parece correcto, pero hay casos en los que han de aprender que toda trasgresión también implica un grado acorde de sanción.

Algunas paginas web y noticias sobre la mediación en Internet:
http://educacion.relacionarse.com/index.php/148375 (interesante como introducción)

http://portal.educ.ar/debates/eid/docenteshoy/mediacion-escolar/mediacion-escolar-una-estrategia-para-la-gestion-de-los-conflictos.php (mediación en otros paises)

http://www.cope.es/hemeroteca/2009/08/12/sociedad/11-08-09--muchos-conflictos-escolares-surgen-por-falta-comunicacion-malos-entendidos-75554-1 (noticia)

http://www.laregion.es/noticia/53315/Carballi%C3%B1o/Instituto/Chamoso/Lamas/plan/mediaci%C3%B3n/conflictos/escolares/ (ejemplo de aplicación)

¿Qué pueden hacer los centros escolares?











Retomo la pregunta realizada en la anterior entrada, porque la respuesta a ella es la panacea que todos los que trabajamos en el entorno educativo estamos esperando hallar, la solución para toda esta situación en la que nos encontramos.
Por supuesto, no soy yo la que va a encontrarla, pero si planteo lo que yo he ido observando a lo largo de mi experiencia docente.
En primer lugar, las normas claras, puede parecer un poco redundante, pero hemos de admitir que cada alumno/a viene de una familia diferente, seguramente con valores y hábitos adquiridos diferentes; así que nuestro primer trabajo es crear un entorno común, con sus reglas, que ellos entiendan que cuando se encuentran en el centro han de cumplir para que la convivencia sea posible. Si no se parte de aquí, difícilmente podremos crear un ambiente para aprender.
Sobre todo a medida que los alumnos crecen las normas han de adaptarse a ellos a la realidad (aumentar su responsabilidad y adecuar las soluciones a su edad). Y es curioso porque, muchos de los alumnos con los que hablo me plantean que ellos quieren unas normas claras y desean que estas sean aplicadas.

En segundo lugar la coordinación, esta debe estar presente entre todos los componentes de los centros tanto dentro como fuera del aula. Las normas no son solo para los alumnos, son también para nosotros y debemos cumplirlas para dar ejemplo; la de veces que entramos a la biblioteca a preguntar algo al compañero/ de guardia y te quedas hablando con el, cuando en la pared hay una hoja que dice que no se puede hablar…y así muchas mas cosas. Y sobre todo el procurar que las normas se cumplan para todos, también nosotros los docentes, aunque no nos moleste un chicle o una gorra y lo que queramos es que trabajen, si no esta permitido, no se puede consentir, porque luego llegara el compañero que no se lo permita y los alumnos serán los primeros en hacerlo notar.

En tercer lugar mantener una relación lo mas fluida posible con las familias, ya que sin su apoyo, poco se puede hacer hoy en día. Tengo comprobado que a aquellos padres que son escuchados e informados les resulta mucho más fácil aceptar las decisiones que se tomen en el centro con respecto a sus hijos.

Y por último esta la famosa disyuntiva entre sancionar o hablar, de esta hablaré en el siguiente articulo.

Una buena fuente para empezar a conocer otras formas de resolver conflictos lo he encontrado en la documentación del siguiente curso, es interesante:
http://www.cfievalladolid.es/internet/descargas/convivencia/951/mejorar_las_relaciones_escolares.pdf

¿Porque está ocurriendo todo esto?


Mucho se ha hablado y se habla de las posibles causas que provocan todos estos conflictos escolares hoy en día.
Hay voces que le echan la culpa a los problemas derivados de alargar la educación hasta los 16 años, con los consiguientes alumnos/as desmotivados que seguir el sistema educativo pero deben permanecer en el obligatoriamente.
Otros hablan de la falta de atención por parte de los padres a sus hijos. Debido al actual sistema laboral y económico, tanto el padre como la madre han de trabajar, no pocas horas, para mantener el nivel deseado y la mayoría de las veces simplemente para vivir dignamente; esto causa largas ausencias de los progenitores del hogar, la crianza de los hijos en guarderías, con familiares o cuidadores externos, y sobre todo el cansancio de los mayores a la hora de llegar a casa y en vez de descansar tener que imponer y cumplir unas normas y hábitos diarios, base de cualquier educación.
También están los que plantean que la inmigración que ha llegado en los últimos años a nuestro país ha masificado las aulas y bajado el nivel educativo.
Y luego están los que dicen que los actuales valores consumistas, de satisfacción inmediata, han llevado a una devaluación de la cultura del esfuerzo para un bien futuro; todo se quiere ya y ahora.
Desde mi punto de vista no es solo una de ellas, sino que son todas al mismo tiempo, y además se alimentan las unas a las otras; si quieres consumir has de ganar dinero, para ello has de trabajar, ante la bonanza económica llegan personas que quieren lo que en su país no pueden tener, y la administración no puede o no quiere reaccionar a tiempo gastando dinero en educación, pero tampoco quiere que las listas del paro se alarguen, así que intentan que los jóvenes estén más tiempo educándose ,ocupados”, para que no se incorporen al mundo laboral, aunque esa no sea la formación que ellos necesitan; y así podríamos seguir dando vueltas.
Esta claro que de la parte social, el centro no puede hacerse responsable, somos nosotros los que debemos luchar por unas jornadas de trabajo más racionales, y esforzarnos en la correcta educación de nuestros hijos; pero… ¿que pueden hacer en ese caso los centros escolares?

¿Qué le ha pasado a mi coche?


Dentro de la clasificación que hice anteriormente de los diferentes tipos de conflictos, el vandalismo es el último que me queda por comentar. Cuando se habla de vandalismo nos referimos a una agresión consciente y con intención de dañar, tanto el mobiliario del centro, como las pertenencias de algún otro compañero/a o profesor.
Cuando el alumno/a llega a este punto ya se han dado indicios claros de que hay un problema grave de comportamiento del alumno, y bien el alumno ha reaccionado negativamente a todas las medidas tomadas, o ha habido una dejadez por parte del centro en actuar que ha provocado que el alumno piense que puede hacer lo que sea, que nada le va a pasar.
Da lo mismo lo que nos lleva a este punto, aquí ya los daños son algo palpable, objetivo, no se pueden negar, esconder o justificar; llegados a este punto el centro debe tomar cartas en el asunto y hacer que el alumno se haga responsable de lo realizado, no tanto por los daños (que normalmente son pagados por los padres) sino hacerle ver el daño causado y que eso provoque un arrepentimiento por su conducta.
Pero como siempre tenemos que en la mayoría de los casos, sobre todo cuando se ha realizado en grupo, los padres tienden a apoyar a sus hijos a echar la culpa al resto o a justificarlos, lo vemos día a día con otros muchos comportamientos incívicos que se dan en la sociedad. No nos damos cuenta que todos, y los padres primero, hemos de educar a nuestros niños y jóvenes sino llegará el momento en que de situaciones que con una reprimenda se arreglarían, pasamos a hacer un daño mayor que se convierte en delito y ellos en delincuentes.

¿Por que ya no me respetan?


Esta es la pregunta que se hacen o se han hecho alguna vez la mayoría de los profesores de hoy en día cada vez que asisten a sus centros escolares. Y la verdad es que no es fácil contestarla, si así fuera yo no estaría escribiendo un blog sobre los conflictos escolares, ya que estos estarían solucionados en su mayoría.
Dentro de los conflictos de agresiones de alumnos a profesores, tenemos desde faltas de respeto, hasta amenazas o incluso agresiones en casos extremos. En los medios nos enseñan estos últimos, pero lo que realmente preocupa son esas faltas de respeto que día a día minan el trabajo y la confianza del docente y ante las que muchas veces se sienten indefensos, ya que no cuentan con soluciones claras.
El que cuestionen tu forma de explicar, u otra parte de tu actividad docente, aun puede tomarse como una ayuda para mejorar, pero cuando este cuestionamiento tiene como único objetivo dañar tu imagen ante el resto de alumnos, cuando se pasa a cuestionar tu imagen o se llegan incluso a las burlas, ya se han pasado unos limites, y se han de parar una serie de comportamientos que pueden derivar en conflictos mayores.
El problema es la manera de hacerlo sin pasar al mismo nivel, sin faltar al respeto al alumno/s que llevan a cabo dicha acción y de la forma más pedagógica posible.

¡También los profesores nos portamos mal!


Hasta ahora siempre he hecho referencia a los comportamientos negativos que los alumnos presentan en el aula y frente al profesor, y de hecho es sobre lo que más información he encontrado a la hora de buscar en Internet. Pero es curioso que no he encontrado ni un solo articulo en el que se hable o se haga autocrítica sobre el comportamiento negativo que los profesores podemos llegar a tener con los alumnos de forma inconsciente o consciente.

No nos damos cuenta de que los profesores también ridiculizamos, insultamos o tratamos de forma diferente a los alumnos. No quiero decir con eso que ahora nosotros seamos lo únicos culpables de los conflictos escolares, ni mucho menos, pero si que es verdad que muchas veces por querer acrecentar nuestra autoridad, o por nuestras inseguridades, las estrategias que utilizamos ante los alumnos no son las más correctas.

Debido a que cada vez se cuestiona más nuestro trabajo, nos encontramos ante una mayor falta de apoyo por parte de los padres con la consiguiente falta de respeto de nuestros alumnos, y siendo cuestionados tanto por nuestros compañeros como por la dirección; todo ello lleva en muchas ocasiones a tratar de resolver los conflictos de forma inmediata con comportamientos que a veces son contraproducentes y con el miedo de que tanto los alumnos como el resto de los compañeros piensen que no puedes “controlar tu clase”, cuando la mayoría de las veces compartiendo información y estrategias con otros compañeros, podríamos conseguir una mejor convivencia en las aulas.
Así que hecho en falta una formación básica en resolución de conflictos entre los docentes y una mayor colaboración por parte de las administraciones que nos haga sentirnos apoyados en un trabajo esencial para la sociedad.

Un ejemplo del descontento y la falta de apoyo que sienten los profesores se refleja en el siguiente artículo:
http://www.cadenaser.com/sociedad/articulo/profesores-atribuyen-conflictos-escolares-director/sernot/20071129csrcsrsoc_7/Tes

El bullying: Del silencio a la denuncia


Para este artículo he elegido a conciencia su titulo, ya que parece que el acoso escolar solo haya empezado a existir a partir de que se le puso un nombre inglés, o eso es lo que a veces parece en los medios.
Pero todos sabemos que no es así, el acoso de unos compañeros a otros a existido desde la creación de los centros escolares, siempre había alumnos que por presentar alguna diferencia, o porque a alguien le pareciera que así era, han sido escogidos por otros para ser el centro de insultos, amenazas e incluso agresiones, a lo largo de sus años escolares.
La única diferencia es que antes dicho comportamiento era ignorado tanto por los profesores como por la dirección la mayoría de las veces, e incluso había casos en los que se consideraba como un rito de iniciación necesario (es el caso de las novatadas a los alumnos de los primeros cursos).
Ahora por fin se trata como lo que es, un abuso de poder injustificado de unos alumnos a otros, que no ha de ser consentido y si ha de ser castigado.

El siguiente es un estudio muy interesante sobre el bullying realizado en Cataluña:
http://www.icev.cat/articulo_bullying_UAB.pdf

Disrupciones escolares: el pan nuestro de cada día.


No hay día que pase sin que un profesor/a se tenga que enfrentar con pequeñas interrupciones durante la clase, y no me estoy refiriendo a preguntas sobre la materia impartida.
Estas pueden ir desde un simple cuchicheo, pasar por el trasvase de notitas, la realización de preguntas sin sentido o distractoras, o incluso llegar el alumno/a a levantarse de su sitio. Dichos comportamientos diariamente pueden llegar a producir un clima de clase desagradable y tenso, que no facilita en absoluto el proceso de enseñanza-aprendizaje, principal objetivo de un centro escolar.
El problema es que no es tan sencilla la solución como sancionar al alumno y ya está, soy profesora y se que no es tan fácil. Antes deberíamos de plantearnos cosas como si nuestra explicación esta siendo asequible y amena para los alumnos, si las normas de comportamiento en clase están claras y han sido consensuadas y aceptadas por todos los alumnos, o si hay ciertos alumnos/as a los cuales hay que prestarles una especial atención para evitar que su comportamiento se vuelva problemático.
Nos encontramos ante una sociedad mucho más democrática, donde el autoritarismo de antaño ya no basta, pero donde, en las aulas, no se han dejado bien claros los límites a los que hay que atenerse; por ello entre todos debemos de trabajar para conseguir un buen ambiente de trabajo; es fundamental para no derivar a conflictos más graves.

Las diferentes formas de los conflictos escolares


Los conflictos escolares, en un gran porcentaje, no son esas agresiones extremas que los medios de comunicación nos muestran muchas veces (lo cual no quiere decir que estas no estén ahí); normalmente suelen ser pequeñas manifestaciones dentro del aula, que en un principio creemos poder ir manejando, hasta que llega un momento que, si no han sido bien solucionadas, esto no es posible y se puede llegar a producir una situación más violenta.
Hay varias formas de clasificar los conflictos, pero bajo mi punto de vista yo los separaría en los siguientes 5 grupos:
- Disrupciones durante las clases.
- Maltrato entre iguales o también llamado bullying escolar.
- Agresiones de profesores a alumnos (ridiculización, insultos, trato diferencial…)
- Agresiones de alumnos a profesores (desde faltas de respeto hasta posibles amenazas o agresiones violentas)
- Vandalismo (agresiones a mobiliario escolar, de otros compañeros o de profesores).
Todas estas manifestaciones de los conflictos, no son nuevas en los centros escolares, antes ya existían, pero quizás ahora se han vuelto más radicales en algunos casos, debido a los cambios experimentados por nuestra sociedad. De todos nosotros depende el que sepamos adaptarnos a estos cambios y sacar lo mejor de ellos para solucionar los diferentes conflictos que se vayan produciendo en nuestros centros.

Muestra de que están ahí es que cada vez se esta teniendo que recurrir a medios ajenos a los centros, como en el caso de la comunidad balear (leer las dos noticias):
http://www.aol.es/noticias/story/62-Polic%C3%ADas-tutores-prevendr%C3%A1n-los-conflictos-escolares-en-institutos-de-las-Islas-Baleares/4305134/index.html

http://www.diariodemallorca.es/mallorca/2009/11/26/conflictos-escolares-suponen-20-actuaciones-policias-tutores/524752.html

¿Que son los conflictos escolares?


Siempre que oímos hablar de conflictos escolares, nos vienen a la mente las típicas imágenes que en los últimos años salen en la televisión y los periódicos; en ellas podemos ver a alumnos acosando, insultando o pegando a otro compañero, o a profesores siendo acosados ridiculizados por sus alumnos (quien no ha visto las imágenes de ese desconocido profesor al cual, mientras escribe en la pizarra, un alumno se le acerca y le baja los pantalones).

Pero estas son las manifestaciones más extremas de lo que es un conflicto escolar. Estos se pueden definir como todo aquel desacuerdo o enfrentamiento entre dos o más individuos de una comunidad educativa. Además son una consecuencia lógica dentro de lo que es la convivencia en un centro escolar, donde se encuentran diferentes visiones de la realidad, diferentes orígenes sociales, diferentes sexos… y así podríamos continuar.

Hemos de darnos cuenta de que un centro escolar es una pequeña representación de la sociedad que lo rodea, y por tanto todas esas diferencias, no tienen porque servir solo para separarnos, también nos pueden enriquecer, y muchos autores consideran que los conflictos, además de ser algo natural en nuestra sociedad, también pueden ser una oportunidad para aprender de los demás, para transmitir a los alumnos valores como el respeto a otras ideas y el interés por conocer otras formas de ver la realidad.

Si quereis conocer un estudio realizado de la situación en España, este para el defensor del pueblo en el año 2000, esta bien para empezar:
http://www.educacionenvalores.org/Convivencia-y-conflicto-en-los.html

En la siguiente dirección se presenta un caso tipico:

http://www.youtube.com/watch?v=IKQdbjWdaNc